Gregor Lersch, El Maestro del Diseño Arquitectónico.

Gregor habla sobre talleres internacionales y la chispa creativa de crear algo de la nada antes de MADRID BLOOMS
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¿Cómo describirías tu estilo característico? ¿Qué lo hace único?

Es difícil reducir mi estilo a una sola definición, ya que ha evolucionado con el tiempo. El diseño floral se ve influenciado por tendencias cambiantes y movimientos globales, incluso megatendencias que impactan en muchas disciplinas, incluyendo las artes. Mi trabajo se inclina hacia la sostenibilidad y los enfoques orgánicos, utilizando materiales vegetales y naturales. Combino estilos clásicos y modernos, simétricos y asimétricos, vegetativos y naturalistas, pero rara vez algo opulento. Esta estética también está moldeada por mi larga experiencia enseñando diseño floral avanzado. Muchos reconocen una fuerte presencia estructural en mi trabajo, cimientos complejos y construcciones detalladas. A menudo encuentro inspiración en las bellas artes, especialmente en Marc Chagall, cuyas pinturas me han inspirado a crear obras florales que parecen flotar en el aire. Busco evocar esa sensación de asombro infantil, la forma en que los niños siguen algo en el aire con los ojos, la boca ligeramente abierta por el asombro. Ese es un sentimiento que nunca debemos perder.

¿Qué quieres que la gente se lleve de tus talleres?

Más allá del aspecto artístico del diseño floral, quiero que la gente valore la artesanía en sí. En mis demostraciones, suelo presentar muchos ejemplos, a veces diez o más, para explicar un único concepto de diseño, como una línea fluida. Desde el principio, animo a los participantes a explorar su expresión individual. Pero también reconozco que la inspiración requiere una base técnica sólida. Por eso adapto mi enseñanza a la formación de cada grupo, con diferentes caminos según su nivel de experiencia.

«Ayudar a las personas a crear algo de la nada es increíblemente gratificante cuando ven lo que la naturaleza nos ofrece»

¿Qué valor aportan los espacios educativos al mundo del diseño floral y cómo pueden transformar la forma en que creamos con flores?

Los espacios de aprendizaje nos permiten explorar aspectos esenciales del diseño, como el estudio de la forma, la simetría y la asimetría, el ritmo y el movimiento, las secuencias espaciales, la teoría del color, la textura, el contraste, las técnicas estructurales y el conocimiento botánico. También trabajamos la comunicación visual mediante el boceto, la mezcla y la creación de colores, y la aplicación de estas combinaciones de color y textura a las composiciones florales. Estas áreas de estudio son diversas, pero a menudo están interconectadas y enriquecen enormemente nuestra comprensión y práctica del diseño floral.

¿Qué es lo que más te satisface de enseñar a otros?

Ayudar a la gente a crear algo de la nada es increíblemente gratificante cuando ven lo que la naturaleza nos ofrece. También disfruto guiando a otros en la transformación de materiales en algo inesperado y en la creación de nuevas imágenes dentro del vasto mundo de las plantas y los elementos botánicos.

¿Dónde encuentras inspiración para tu trabajo?

Este tema es tan amplio que escribí un libro de 335 páginas sobre él: Fuentes de inspiración. Describo cinco categorías principales de inspiración, que se ramifican en miles de posibles fuentes. Las cinco fuentes de inspiración son la artesanía y la técnica, que es lo que las manos pueden hacer (el símbolo es una mano); la metodología y los principios de diseño, lo que los ojos pueden ver: forma, ritmo, proporciones, dominio, subordinación (el símbolo es un ojo); el conocimiento botánico, la comprensión de la identidad física y cultural de las plantas (el símbolo es una hoja o flor); la inspiración cultural, las influencias de la arquitectura, el arte, la religión, la historia, la ciencia, la gastronomía, la agricultura, el teatro, el cine, la música, la literatura y las costumbres mundiales (el símbolo son flechas que apuntan en todas direcciones); y, por último, la inspiración emocional, los sentimientos humanos, como la alegría, la tristeza, el dolor, la exuberancia, la dulzura, la crudeza, el romanticismo y más (el símbolo es un corazón). Estas categorías son una hoja de ruta hacia resultados creativos, como abrir una ventana tras otra. Cada persona comienza el proceso de forma diferente, según sus fortalezas. Por ejemplo, alguien con mentalidad técnica podría no empezar con un paso emocional. Cada persona tiene su propio proceso de diseño.

¿Hubo algún proyecto específico que cambió todo para usted?

No hubo un solo momento, sino una serie de pasos que se fueron forjando con el tiempo. Conocer a mi maestro Albert Eurich en la Escuela de Maestros de Friesdorf fue crucial. También lo fue participar en el Mundial de Niza, donde conocí al diseñador noruego Kai Anderson, quien cambió mi perspectiva sobre el diseño. Más tarde, me inspiraron los diseñadores gráficos Wolfgang Kriener y Jürgen Potthoff, quienes me guiaron en la construcción de una sólida identidad visual y de diseño. En Sudáfrica, trabajar en arreglos florales con Joan Pare fue otro momento importante. No hubo un «gran proyecto» que lo cambiara todo de golpe, sino una evolución constante y fluida, moldeada por la reflexión y encuentros importantes.

¿Hay algún proyecto reciente que haya tenido un impacto particular en usted?

En los últimos años, he participado activamente en programas internacionales de máster, incluso en China. Se trata de proyectos amplios y a largo plazo que se renuevan cada año, junto con sus planes de estudio. Ya no acepto grandes encargos de decoración, pero me satisface enormemente trabajar con estudiantes de todo el mundo. Trabajar con tanta diversidad requiere flexibilidad emocional y cultural, y eso me resulta especialmente gratificante.

¿Qué prácticas sustentables aplicas en tu trabajo diario?

Durante muchos años, he trabajado con estructuras hechas de ramas, ramitas, alambre de hierro oxidable, alambre de papel compostable, heno, musgo, cáñamo encerado, rafia y tubos de bambú. La mayoría de estos materiales se biodegradan de forma natural. Incluso en la década de 1980, envolvíamos los regalos florales en pergamino o papel kraft color arena, nunca en plástico transparente ni cintas sintéticas. Mi enfoque en la sostenibilidad es anterior a tendencias actuales como #nofloralfoam; ha formado parte de mi práctica durante décadas.

Cuando la gente vea tu trabajo, ¿qué te gustaría que sintieran?

No diseño con la intención de llamar la atención ni de provocar reacciones. Sigo un camino más instintivo y personal; lo que más me importa es la satisfacción del creador. La atención del público ha llegado en oleadas a lo largo de mi carrera, pero siempre he trabajado como considero la forma más honesta y gratificante.

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